Después de dos años «pandémicos» bastante raros (siendo generosas), este año volvemos a la normalidad con tres estancias de personas defensoras. Como habitualmente, las estancias serán en los meses de mayo, junio y julio.

En esta ocasión, las tres personas defensoras vendrán de Latinoamérica. En concreto recibiremos defensoras de Colombia y México. La otra defensora llegará de la IM-Defensoras (Iniciativa Mesoamericana), y está pendiente de determinar su procedencia.

Después de estos años tan duros (para nosotras, pero también para las personas defensoras), siempre es una alegría volver a retomar la presencialidad. Además, puesto que las personas defensoras viven en contextos tan delicados, sabemos que en muchos casos les ha tocado sufrir especialmente en estos dos años.

Estamos muy muy contentas por este retorno ya prácticamente total a la normalidad en la Casa.

Estamos deseando retomar la presencialidad. De hecho, a finales de enero hicimos el primer encuentro de colaboradores de este año. Un encuentro de formación en el que hablamos sobre quienes son esas personas que llegan a la Casa de Respiro, las personas defensoras. Fue un encuentro muy interesante, en el que participamos unas 20 personas colaboradoras. Después de tanto tiempo en el que la virtualidad había sido la norma, poder encontrarnos, tocarnos y abrazarnos fue una experiencia sanadora.